El proyecto de apoyo a las personas que viven y duermen en la calle de la ONG Solidarios para el Desarrollo ha sido seleccionado por la Editorial Drakul para ser uno de los que reciban los royalties del libro publicado tras el certamen Cien poemas desesperados y una canción de amor. Esta decisión fue tomada después de que Javier Ortiz, editor de Drakul, y Cristina Barrientos, poetisa, acompañaran el lunes, dos de abril de 2007, a los voluntarios de Solidarios en una de las rutas nocturnas que realizan todas las semanas por Madrid.
Crónica de la jornada
El punto de encuentro fue un edificio próximo a la facultad de Ciencias de la Información. Allí, unas quince personas de distintas edades se afanaban en preparar los bocadillos y los termos de bebida caliente que utilizan como excusa para conversar con las personas que duermen en la calle. "Hoy hay menos voluntarios porque muchos se van de vacaciones en Semana Santa" nos explicaba Iván, uno de los coordinadores del proyecto.
Una vez terminado el trabajo de preparación, los voluntarios se dividieron en grupos para realizar cada uno de ellos una ruta distinta.
La ruta de Montera
La llaman la ruta de Montera, aunque no pasen por esa calle. Ese fue el itinerario al que nos asignaron los coordinadores de Solidarios. Comenzamos en Callao, donde no tardaron en encontrar personas con las que conversar al calor de un vaso de cacao o café. El trato fue natural y afable, igual que cuando te presentan o conoces a alguien en cualquier otra situación. Algunos preguntaban por los voluntarios que no habían ido, o por los que venían nuevos (las dos personas de la editorial).
Cerca de Preciados conocimos a Sofía, una simpática mujer, cercana a los sesenta años, que duerme en la calle. También nos presentaron a Manuel, un hombre de edad similar, que no paraba de contar chistes para hacernos reír. Ambos, junto a un tercero que estaba arreglando una radio que había encontrado, estaban preparando los cartones para pasar la noche. Una noche no muy fría, a pesar de que los pies se nos congelaban cuando llevábamos un tiempo parados.
Sofía y Manuel se unieron al grupo y nos acompañaron con su charla durante gran parte del recorrido que hicimos pasando por Sol y volviendo a la Gran Vía. A pesar de que en todas partes encontrábamos hombres y mujeres que vivían en la calle, los voluntarios de Solidarios nos explicaron que había muchos menos por ser principio de mes. "Muchos duermen en pensiones baratas las primeras semanas del mes, hasta que se les acaba el dinero y no tienen más remedio que volver a la calle."
Cruzando Gran Vía, acabamos la ruta en la calle del Desengaño. Allí eran principalmente prostitutas las que se nos acercaban preguntando si teníamos comida o bebida caliente. "Mal. No hay dinero" nos contestaban cuando les preguntábamos cómo iba la noche.
La despedida
Alrededor de las doce, después de haber terminado de repartir todo lo que llevaban, nos despedimos de los miembros de Solidarios. Les agradecimos que nos hubieran invitado a ir con ellos, y les hicimos una foto para ponerla en la página web de la editorial. En la fotografía se pueden ver, de izquierda a derecha, a Iván, Josué, Ruth y Sonia.
Al entrar en el metro, y sentir el aire caliente que empezaba a calentar nuestros cuerpos, fríos y encogidos de patear las calles, era imposible no recordar a las personas que habíamos conocido, personas a las que todavía les esperaba una larga noche. "Menos mal que hoy no llueve", se nos pasó por la mente de camino a casa.
Solidarios para el Desarrollo
Solidarios para el Desarrollo es una organización no gubernamental declarada de interés público y vinculada a la Universidad Complutense de Madrid (España). Sus objetivos prioritarios desde 1987 son el Voluntariado Social, la Cooperación con los pueblos empobrecidos del Sur y la Sensibilización de la sociedad civil en temas de justicia social y solidaridad.
Hoy son más de 2000 personas las que desarrollan su labor como voluntarios en esta ONG, apoyando a distintos colectivos: personas sin hogar, inmigrantes, personas mayores, estudiantes con discapacidad, enfermos mentales... Además realiza proyectos de cooperación en 3 países de Latinoamérica en las áreas de salud y educación.
En el Programa de Atención a Personas Sin Hogar, un grupo de voluntarios recorren desde 1995 las calles de ciudades españolas (actualmente Madrid, Sevilla, Granada, Murcia y Coruña) donde duermen las personas sin hogar, ofreciéndoles café caliente y bollos, información general sobre los servicios sociales ya existentes, y sobre todo, un rato de conversación y compañía.